miércoles, 12 de noviembre de 2008

DETRÁS DE TODA MAESTRA.... HAY UN POBRE TIPO!

Hace varios años me vinculé al Distrito como docente y me estrené como colaborador ocasional del Magazín Aula Urbana del IDEP donde se publicó un artículo titulado “Detrás de todo maestro hay una gran mujer”, acerca del cual tuve gratas impresiones de parte de las esposas de mis compañeros y no pocas muestras de sobrecogimiento y cargos de conciencia de estos últimos. En el mencionado artículo destacaba muchas de las bondades y sacrificios de nuestras compañeras de hogar y ponía en alto su incalculable abnegación y el escaso reconocimiento que se hacía de ellas.

El escrito despertó curiosidad e inquietud –y hasta lágrimas- entre quienes se sentían aludidos, pero también entre quienes permanecían anónimos, como en el caso de mi primo Pacho. “Pachito”, cuya profesión es “Marido de Profesora” se manifestó realmente inconforme con el artículo por cuanto en él “…se desconocían flagrantemente en forma tendenciosa y por demás parcializada el valor y la resignación que implicaban su rol de compañero de docenta [sic] y que no le parecía justo con el resto de sus colegas máxime cuando cerca del 70% del magisterio son mujeres lo que quiere decir echando números que su “agremiación” es más representativa que la del sexo contrario. Punto!”. Ante semejante embejucada, no tuve mas remedio que prometerle adelantar mis pesquisas y tratar de entrevistar aunque fuera al 1% de sus agremiados con el propósito de redactar y hacer público un homenaje de desagravio en favor de sus intereses y de mi tranquilidad. Y heme aquí.

Y lo que encontré fue, no solo abnegación y lucha, sino verdaderas muestras de solidaridad y desprendimiento y resignación y renuncia y enajenación de sus propios intereses y aficiones a favor del bienestar y el bien-hacer del oficio de su cónyugue-maestra. Aquí es conveniente destacar que sólo de esta manera se podría garantizar la calidad de profesoras que tienen nuestros hijos. Otra cosa es tenerlas en la casa!! Y para el caso de estos pobres inocentes, la satisfacción se confunde con el martirio, porque este oficio no tiene tiempo ni lugar y de igual forma se es maestra en el colegio como en la calle como en el bus como en las visitas como en la sala en la cocina en el comedor en el baño…. Y a todas horas!!!

Caso típico y ejemplarizante es el del pobre Pablo (nombre representativo de todos los miembros de su especie), quien ve frustradas sus ganas de ver el partido final de la Copa Intercontinental de Clubes porque en el canal de la Nacional Geographic están presentando a la misma hora un programa sobre las costumbres pre-nupciales de los aborígenes de una isla del archipiélago Bismarck de Papúa-Nueva Guinea, quiensabedondecarajosseencuentraesavaina, pero que a Beatriz (la profe)le interesa verlo para preparar un taller, no se sabe si sobre tolerancia o sobre educación sexual, pero lo cierto es que a la postre le tocará al tipo no solo dejar de ver el partido sino concentrarse en el susodicho programa y aportarle preguntas al cuestionario mientras desgrana las alverjas para el ajiaco (!)

Otros casos son tan disímiles como increíbles y en ellos siempre está presente la premura del tiempo, que debe ser aprovechado al máximo por la maestra que, dicho sea de paso, es la única profesional que lleva trabajo para la casa -en perjuicio de los suyos-, así que, en esta ocasión el pobre tipo debe dejar de lado el crucigrama para leerse de un solo sorbo los Diálogos de Platón y explicárselos resumidos a su hijo Felipe porque se lo mandaron a leer y no tiene tiempo porque debe resolver treinta y dos problemas de cálculo diferencial para mañana o que si más bien se le mide a esto último porque ella tampoco tiene tiempo porque está ocupada recortando muñequitos de papel de colores porque su especialidad es pre-escolar y por lo tanto de matemáticas “ni papa”. Ni papá puede ser el desdichado porque le toca convertirse también en maestro para que el hijuemaestra quede bien en el colegio donde ella trabaja.

Algunos de estos ejemplares –en todo el sentido de la palabra-, sin importar su profesión u oficio, porque también los hay, “que trabajan” (cosa que a estas alturas es un verdadero milagro), se ven convertidos por la fuerza de las circunstancias en completos asesores laborales con pleno conocimiento y dominio de todas las leyes, decretos, resoluciones, disposiciones, circulares, acuerdos, desacuerdos y directivas ministeriales que hacen referencia al desempeño y la estabilidad de los docentes, y lo son en gracia a que la profesora está más dedicada a su labor y, entre otras cosas, si de matemáticas ni papa, de sindicalismo, peor (!). Si son contadores, revuelven sus balances y estados financieros con lo que dijo la ministra; si son ingenieros, enredan sus cálculos y diseños con lo que dice el 230; si son arquitectos, revuelven lo que dijo el interventor con lo que opina el Secretario de Educación; los empleados oficiales y los que están por pensionarse tendrán siempre en mente el 3020 –quizá porque lo asocian con el año de su jubilación- y si son empleados bancarios están más pendientes de la gerente del CADEL que del gerente del banco. Sin embargo, no todas las maestras están tan bien casadas, así que el tipo, por demás emprendedor y buenopaloquesalga se tiene que bandear en la disyuntiva entre el palustre y el 1850 -al fin de cuentas los dos sirven para lo mismo: tapar chambonadas-. Son unos bravos, definitivamente!!

Y olvídese de hacer pereza el domingo cuando amanece vuelto miércoles, porque, invariablemente, la profe prende la tele a primera hora para ver la santa misa ya que sus ocupaciones domésticas –que también las tiene, por supuesto- no le permiten ir a la iglesia y además la niña tiene que llevar comentado el evangelio porque hoy tiene catequesis para la primera comunión y ella no tiene tiempo para acompañarla porque debe arreglar la casa y él tampoco porque debe ir a la plaza solo porque Felipe ya madrugó todos los días y pobrecito se merece dormir hasta tarde por lo menos hoy, de tal manera que el pobre tipo, entre gallos y desayuno solo atinará a cambiar el canal para ver instantáneamente la carrera de Montoya en el momento en que pasan la bandeja de las limosnas, ahorrándose de paso un remordimiento. De ahí en adelante, despabilado como el resto de la semana!!

Definitivamente, la calidad está en la casa. Los anteriores son solo algunos casos que resumen –por razones de espacio- el valor y el desprendimiento de aquellos tantos anónimos personajes que bien pueden llamarse Pacho o Pablo o René o José o simplemente “gordis” o “negrito”, que merecen un justo reconocimiento por su loable labor y aguante; de manera pues que, en este momento creo haber cumplido modestamente con la tarea emprendida y me remito a ustedes, apreciadas profesoras, para que en lo sucesivo se les tenga en cuenta a la hora de celebrar el Día del Maestro y se les ubique honrosamente dentro del programa en el punto que dice: “Tercero: PERSONAS QUE POR SU ESFUERZO Y DEDICACION MERECEN IZAR EL PABELLON NACIONAL”(!)

Abril de 2005.

1 comentario:

sandra dijo...

Pues dejame decirte que tienes razon, aveces no retribuimos a quien en verdad nos tiene que aguantar tanta lora y tanto olvido, y mas en este gremio donde la mayoria de veces esperamos retribuciones cuando tenemo mucho para dar y no lo hacemos, afortunadamente siempre estara alli quien no aguante y y tolere, por eso creo que hay tantas divorciadas solteras en el gremio
....
sobre el video
oyeme que donde aprendieron a bailar y quien les estaba dando la clases?
un abrazo
y que bien que escribes
sandra loaiza